La cosmovisión popular en la actualidad es que no hay una verdad absoluta; que solo hay opiniones. Si solo hay opiniones, entonces la opinión de una persona no es más válida que la de otra. La mayoría de lo que se dice acerca de Cristo sería solo un intercambio de opiniones. La idea de que la verdad existe se ha vuelto algo ajeno a muchos de nuestros pensamientos, con el criterio de que si parece bueno para mí, entonces debe ser bueno. Y ya sea cierto o no, entonces medimos el beneficio de una religión por el bien que hace a sus seguidores.
Jesús dijo: «Yo soy el camino, la verdad y la vida […]. Nadie llega al Padre sino por Mí»[1]. Pedro dijo: «De hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos»[2]. Jesucristo es superior a todos los que lo precedieron, no porque lo que dijo fue mejor o más completo, aunque sí lo fue, sino porque Él es en Sí mismo el mensaje y tiene supremacía absoluta e incomparable en la revelación de Dios. […]
[…] Por eso el escritor de Hebreos dice: «Fijen su atención en Jesús»[3] y «fijemos la mirada en Jesús»[4]. La verdad es decapitada cuando se corta de Cristo; eso fue lo que hicieron los fariseos y, por consiguiente, no sabían nada de la vida espiritual.
Podemos conocer la Biblia al revés y al derecho, pero separada de Cristo se convierte en un libro muerto. Sería como tener el manual de un auto nuevo que hemos comprado. No leemos el manual para entretenernos. Más bien, queremos conocer el auto y poder utilizarlo en toda su capacidad. Se nos ha entregado la Biblia de modo que conozcamos a Cristo y todo lo que está disponible para nosotros por medio de Él. Un himno antiguo dice: «Más allá de la página sagrada te busco, Señor». Desde Génesis hasta el Apocalipsis, todos los versículos llevan a Cristo en última instancia, y lo que importa es conocer a Cristo. Charles Price
Hay verdades absolutas
Hay verdades absolutas que se pueden saber que son ciertas, al contrario de lo que enseñan modernamente de que no existe lo absoluto. Actualmente, los profesores que son seguidores de la filosofía de que no hay absolutos, dirían: «Ustedes creen que eso es una mano, pero en realidad no saben si es una mano; ¡lo que pasa es que siempre les han enseñado que es una mano! ¡Creen que es una mano porque siempre creyeron que es una mano!» Tratan de probar que no es posible saber algo con certeza, derribar las verdades aceptadas sobre la existencia humana, de la cultura y la religión. Sin embargo, nosotros sabemos y tenemos fe en que es una mano. Y casi todo el mundo que tenga sentido común, hasta un niño chico, sabe que eso es su mano. ¿Para qué decirle que no lo es? Me podrían decir: «En realidad es una acumulación de un 75% de agua, mucho calcio, tejido óseo, diversos minerales y sustancias, entre otras cosas». ¡Pero eso no quita que sea una mano!
¡Hay cosas que hay que aceptar como verdades demostradas y aceptadas, sin discusión! No dejen que los teóricos que proclaman que lo absoluto no existe los convenzan de lo contrario. Lo más absoluto del mundo es precisamente Dios; por eso esa doctrina en contra de lo absoluto es una filosofía de Satanás. Al enseñar que no hay verdades absolutas, luego pueden decir: «Tampoco existe Dios, ni Biblia, ni moralidad. No tienen por qué obedecer nada ni a nadie, ni guardar ninguna ley. No dejen que nadie les diga lo que está bien y mal, ¡pueden hacer lo que les dé la gana!» Y así terminan sumidos en el caos, la anarquía y la confusión.
Nosotros, los cristianos e hijos del Señor, tenemos que aceptar que hay ciertas cosas de las que podemos tener certeza, que la Biblia y la experiencia humana de miles de años han demostrado, verdades espirituales y cosas normales de todos los días, de la vida y de la existencia humana. David Brandt Berg
La verdad y el relativismo
La verdad es incontrovertible. La malicia puede atacarla, la ignorancia puede burlarse de ella, pero al final está ahí. Sir Winston Churchill
En nuestra cultura, la herejía principal es decir que toda verdad es relativa; que algo puede ser verdad para mí y que algo muy distinto puede ser verdad para ti. Eso es absurdo y destruye la noción misma de la verdad… y es el resultado de un razonamiento confuso. Nadie puede suponer en serio que una creencia que contradice la de él o ella es igual de cierta. La expresión «es verdad para mí» se contradice a sí misma. Algo es cierto o no lo es. […] ¿Se pueden imaginar que alguno de nosotros dijera «la Tierra es redonda para mí; pero tal vez para ti sea plana»? O bien la Tierra es redonda o es plana; no puede ser las dos cosas. Y lo que tú y yo pensemos es irrelevante. Es posible que afirmes que la religión y la ética no es cuestión de verdad en absoluto. Muy bien, no emplees la palabra «verdad»; pero si lo haces, no hagas que resulte incomprensible al añadir esa frase vacía: «para mí». Keith Ward
El relativismo es una rebelión contra la realidad objetiva de Dios. La mera existencia de Dios crea la posibilidad de la verdad. Dios es la norma fundamental y definitiva para todas las afirmaciones de la verdad: quién es Él, lo que quiere y lo que dice es el criterio externo y objetivo para evaluar todas las cosas. Cuando el relativismo dice que no existe una norma válida para todos de lo que es la verdad y la falsedad, expresa lo que diría un ateo. Traiciona a Dios. John Piper
La moralidad
La práctica moral siempre ha sido difícil para la humanidad que ha perdido la pureza original. Sin embargo, por lo menos siempre había existido el faro de los principios éticos, por muy tempestuoso que estuviera el mar de la práctica de la moralidad. En cambio, actualmente, con la mayoría de los que moldean la forma de pensar, en la enseñanza oficial o la educación informal —es decir, la prensa— la luz se ha ido. La moralidad es una niebla de sentimientos. Por esa razón, para ellos, como dijo Chesterton, la moralidad siempre es enormemente complicada para los hombres que han perdido todos sus principios. Los principios significan valores morales absolutos. Piedras inmutables debajo de las olas de las prácticas y sentimientos cambiantes. […] ¿Qué tan importante es este tema? Al fin y al cabo, solo es filosofía y la filosofía solo son ideas. Sin embargo, las ideas tienen consecuencias. A veces esas consecuencias son tan trascendentales como un holocausto, o Hiroshima. Otras veces, son aún más trascendentales. La filosofía es solo pensamiento; sin embargo, siembra una idea, cosecha un acto; siembra un acto, cosecha un carácter; siembra un carácter, cosecha un destino. Esto es igualmente válido para las sociedades como para los individuos. Peter Kreeft
«Si el cristianismo es falso, no es importante. Si es verdadero, es de una importancia infinita. Lo único que no puede ser, es medianamente importante». C. S. Lewis
Se ha dicho que la verdad, por definición, siempre será exclusiva. Jesús afirmó ser el Camino, la Verdad y la Vida. Desde el punto de vista histórico, sabemos que Jesús afirmó esa exclusividad. Si no hubiera hecho esa aseveración, Jesús habría dado a entender de manera injustificada que la verdad es plenamente inclusiva, lo cual es una imposibilidad. Kim Triller
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